Me contaron este cuento hace un año (che, parece que solo vivo en el pasado... todo aqui es de "hace un año"...) y decidi escribirlo y ponerle un final, que no me contaron xD. Bueno ahí va... la verdadera historia de Lucifer... je je je!
"Me llamo Lucifer y hoy es el ultimo día que permanezco en este mundo. Estoy harto de las miserables ofrendas que me hace el humano y de tener que soportar sus cambios de humor. Un día es bueno, al otro día es malvado, y no hay forma de predecirlo; ni siquiera yo, que camino entre las sombras de la oscuridad como a plena luz, mientras él tropieza a cada paso, lo puedo hacer. Ayer me adoraba, me daba ofrendas, y hoy ni se acuerda de mí, reza ante ese objeto en forma de cruz que debe significar algo… y de mi ofrenda, nada.
No recuerdo ya mi origen y a veces observo el cielo, con curiosidad y nostalgia, en busca de una pista que me ayude a adivinar de donde provengo o si hay más como yo. En este mundo sé que no hay más luciferes; a veces alguna de las estrellas se digna a dedicarme un guiño, como queriéndome dar a entender algo. ¿Será que entre ellas está "el Señor nuestro Dios", como lo llama el humano? Y el hombre, ¡ay, el hombre!, ¿de donde será que proviene él? De algo estoy seguro, hasta el momento es tan sempiterno como yo, aunque presiento que ambos tendremos un final algún día, mientras ese "Dios" que él cita tanto, seguirá como siempre en alguna parte, quizás en el cielo junto a las estrellas.
Pero estoy harto, y hoy este mundo tendrá que despedirse de Lucifer.
Lucifer…, este extraño nombre que el humano me dio. Cuando sus semejantes lo escuchan, a menudo arquean las cejas en señal de sorpresa y a veces de indignación. Sé que mi nombre, o en todo caso, la palabra que usa el hombre para invocarme es una burla, un adjetivo de alguna manera grotesco que, finalmente, es una forma de afrenta, sospecho, hacia el ser supremo que nos creó a ambos, y contra ese "Dios" que él acostumbra adorar. Pero no hay nada que yo pueda hacer para evitarlo; para él, siempre seré Lucifer, aún después de que haya abandonado este pequeño universo humano.
¿Qué encontraré más allá?, no tengo la menor idea. He pasado toda mi existencia encerrado en este mundo y no sé más de lo que de he explorado a medida que crecía. Desde que tengo conciencia de mi ser he estado atado y vigilante a la voluntad del humano. Conozco sus deseos, he visto como satisface sus caprichos, conozco hasta donde podría llegar su maldad. Siempre estoy ahí, presente, para consolarle, pero no como el quisiera… al final no se que utilidad podría llegar a tener para él, y estoy seguro de que él ni siquiera tiene un atisbo de la realidad de mi naturaleza. Por eso, esta noche he decidido marcharme, yo no lo necesito y él no me necesita, al menos no más como el necesita a su hembra.
¿Una hembra para Lucifer? Hasta este momento nunca me había preguntado si de verdad existiría una hembra para mí. Una perfecta compañera para esta aciaga soledad. "Una hembra para Lucifer" ¡Me encanta la idea! Buscaré un nuevo sentido para mi esencia, conseguiré llegar tan lejos como el universo infinito me lo permita, y quizás me encuentre con ese "Dios" por el que tanto se desvive de agradar el hombre, quizás sea mi Dios también. ¿Será ese mi creador? !Quiero saberlo¡
Ahora me he decidido, voy a marcharme esta noche, cuando él este en ese ritual frente a la mesa. Esta noche vienen mas como él, sus juegos y sus apuestas los consumirán una vez más y me desvaneceré enfrente de él, y estoy seguro que ni siquiera se ha de percatar de mi ausencia.
¿Qué hora es? Ah, el sol esta en el ocaso ya. Es la hora, comienzan a llegar. Es mi oportunidad. Están todos sentados ya. ¿Voy a extrañar al hombre? Al fin y al cabo, mi razón de ser está ligada a él… No!, ya basta, no he de retractarme, iniciaré una nueva existencia lejos de su pérfida y pestilente presencia, nunca más volverá a injuriarme con sus actos, ni volveré a oír su voz gritando mi nombre cuando ya no tiene más que hacer! Me voy para siempre de su lado. Ja ja ja! Cuando la vida lo vuelva a tratar mal, ya no estará Lucifer a su lado, y ahí se dará cuenta de mi valor, entonces estoy seguro que me llorara ante su redentor, aquel de la cruz. Pero antes voy a hacerle pagar por todas las veces que se ha olvidado de mi ofrenda, voy a quitarle la suya propia, y después me iré. Así le haré conocer al menos como me siento.
Ya no hay marcha atrás y no he de arrepentirme, no te necesito y nunca en tu vida me volverás a ver, ingrato! Una vez en cuanto te des vuelta te la quitaré y así burlaré todo lo que representas… Es la hora!
Luna, cuanto he querido vagar eternamente bajo tu luz, ahora puedo hacerlo, soy libre, ¡soy libre!
>Bueno pues la partida de poker después de la cena, los lunes cerramos a las 8, ¿no, Jorge? ¿Pero que demonios? ¿Dónde está mi carne? !Me tarde una hora en preparar ese asado!
!Lucifer, maldito gato! ¡Ya verás cuando vuelvas, te voy a cortar las orejas!"
"Me llamo Lucifer y hoy es el ultimo día que permanezco en este mundo. Estoy harto de las miserables ofrendas que me hace el humano y de tener que soportar sus cambios de humor. Un día es bueno, al otro día es malvado, y no hay forma de predecirlo; ni siquiera yo, que camino entre las sombras de la oscuridad como a plena luz, mientras él tropieza a cada paso, lo puedo hacer. Ayer me adoraba, me daba ofrendas, y hoy ni se acuerda de mí, reza ante ese objeto en forma de cruz que debe significar algo… y de mi ofrenda, nada.
No recuerdo ya mi origen y a veces observo el cielo, con curiosidad y nostalgia, en busca de una pista que me ayude a adivinar de donde provengo o si hay más como yo. En este mundo sé que no hay más luciferes; a veces alguna de las estrellas se digna a dedicarme un guiño, como queriéndome dar a entender algo. ¿Será que entre ellas está "el Señor nuestro Dios", como lo llama el humano? Y el hombre, ¡ay, el hombre!, ¿de donde será que proviene él? De algo estoy seguro, hasta el momento es tan sempiterno como yo, aunque presiento que ambos tendremos un final algún día, mientras ese "Dios" que él cita tanto, seguirá como siempre en alguna parte, quizás en el cielo junto a las estrellas.
Pero estoy harto, y hoy este mundo tendrá que despedirse de Lucifer.
Lucifer…, este extraño nombre que el humano me dio. Cuando sus semejantes lo escuchan, a menudo arquean las cejas en señal de sorpresa y a veces de indignación. Sé que mi nombre, o en todo caso, la palabra que usa el hombre para invocarme es una burla, un adjetivo de alguna manera grotesco que, finalmente, es una forma de afrenta, sospecho, hacia el ser supremo que nos creó a ambos, y contra ese "Dios" que él acostumbra adorar. Pero no hay nada que yo pueda hacer para evitarlo; para él, siempre seré Lucifer, aún después de que haya abandonado este pequeño universo humano.
¿Qué encontraré más allá?, no tengo la menor idea. He pasado toda mi existencia encerrado en este mundo y no sé más de lo que de he explorado a medida que crecía. Desde que tengo conciencia de mi ser he estado atado y vigilante a la voluntad del humano. Conozco sus deseos, he visto como satisface sus caprichos, conozco hasta donde podría llegar su maldad. Siempre estoy ahí, presente, para consolarle, pero no como el quisiera… al final no se que utilidad podría llegar a tener para él, y estoy seguro de que él ni siquiera tiene un atisbo de la realidad de mi naturaleza. Por eso, esta noche he decidido marcharme, yo no lo necesito y él no me necesita, al menos no más como el necesita a su hembra.
¿Una hembra para Lucifer? Hasta este momento nunca me había preguntado si de verdad existiría una hembra para mí. Una perfecta compañera para esta aciaga soledad. "Una hembra para Lucifer" ¡Me encanta la idea! Buscaré un nuevo sentido para mi esencia, conseguiré llegar tan lejos como el universo infinito me lo permita, y quizás me encuentre con ese "Dios" por el que tanto se desvive de agradar el hombre, quizás sea mi Dios también. ¿Será ese mi creador? !Quiero saberlo¡
Ahora me he decidido, voy a marcharme esta noche, cuando él este en ese ritual frente a la mesa. Esta noche vienen mas como él, sus juegos y sus apuestas los consumirán una vez más y me desvaneceré enfrente de él, y estoy seguro que ni siquiera se ha de percatar de mi ausencia.
¿Qué hora es? Ah, el sol esta en el ocaso ya. Es la hora, comienzan a llegar. Es mi oportunidad. Están todos sentados ya. ¿Voy a extrañar al hombre? Al fin y al cabo, mi razón de ser está ligada a él… No!, ya basta, no he de retractarme, iniciaré una nueva existencia lejos de su pérfida y pestilente presencia, nunca más volverá a injuriarme con sus actos, ni volveré a oír su voz gritando mi nombre cuando ya no tiene más que hacer! Me voy para siempre de su lado. Ja ja ja! Cuando la vida lo vuelva a tratar mal, ya no estará Lucifer a su lado, y ahí se dará cuenta de mi valor, entonces estoy seguro que me llorara ante su redentor, aquel de la cruz. Pero antes voy a hacerle pagar por todas las veces que se ha olvidado de mi ofrenda, voy a quitarle la suya propia, y después me iré. Así le haré conocer al menos como me siento.
Ya no hay marcha atrás y no he de arrepentirme, no te necesito y nunca en tu vida me volverás a ver, ingrato! Una vez en cuanto te des vuelta te la quitaré y así burlaré todo lo que representas… Es la hora!
Luna, cuanto he querido vagar eternamente bajo tu luz, ahora puedo hacerlo, soy libre, ¡soy libre!
>Bueno pues la partida de poker después de la cena, los lunes cerramos a las 8, ¿no, Jorge? ¿Pero que demonios? ¿Dónde está mi carne? !Me tarde una hora en preparar ese asado!
!Lucifer, maldito gato! ¡Ya verás cuando vuelvas, te voy a cortar las orejas!"
Este cuento me encanta!
2 comentarios:
oh por dios XDDDDDDDDD
eso fue muy aportivo XDDD
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